EL RATÓN MISKA
Miska, el alpinista,
no necesita cuidados
y manos que lo acaricien,
ni mendigar por migajas.
Su ley es satisfacer
las necesidades básicas.
Él vive como le place.
Goza, de sol a sol,
las bondades del bosque.
Disfruta por igual de moras y fresas
en tiempos primaverales;
mientras que los codiciados jurkies
se convierten en sus favoritos bocadillos de otoño.
Ágil, intrépido y saludable,
con pelaje reluciente,
Miska, es un precioso ratoncillo.
Maria Fischinger